Bajo la luz natural y sin maquillaje, sostenga ambos metales contra su cara. ¿El metal hace que tu tez se vea más saludable y brillante? (Sugerencia: el metal equivocado te hará mira desvaído. El metal correcto hará que tu sonrisa se vea más brillante y acentúe tu brillo saludable!)
¿Ambos metales te parecen igualmente halagadores?
¡Chica con suerte! ¡Puedes usar ambos!